Si tienes plantas te va resultar super fácil entender esta analogía. En la consulta la cuento constantemente ya que es super sencilla y se adapta a la perfección a lo que hacemos con el cuidado quiropráctico y es:
La analogía de la planta
Te voy a contar una historia que me pasó hace unos meses:
A principios de año me regalaron una planta, una cala morada, y me dijeron que las calas necesitaban bastante agua así que yo me puse a regarla más que a las otras plantas, pero con el tiempo, la planta se veía cada vez más y más pocha. Yo seguía regándola hasta que, justo antes de la cuarentena, la di por muerta y la guardé en el armario con idea de plantar una nueva a la vuelta.
Pero cual fue mi sorpresa cuando volví a los dos meses y que, a pesar de no haber tenido ni agua ni luz, habían salido brotes y estaba creciendo de nuevo!!
¿Por qué te cuento esto?
Porque con el cuerpo nos pasa lo mismo, muchas veces queremos hacer más en menos tiempo pensando que obtendremos los mismos resultados o pensamos que como ya no tenemos síntomas (la planta está bonita) ya no necesitamos cuidarnos más pero, no tiene por que ser así. Cuando hablamos de salud algo imprescindible es:
TIEMPO ⏳ y REPETICIÓN 🔄
✔️Tiempo para asimilar el trabajo que hemos hecho.
✔️Tiempo para que el cuerpo pueda reparar, a su ritmo, las cosas que no están bien.
✔️Tiempo para volver a crecer y a funcionar al máximo.
✔️ Repetición para asegurarnos de no perder todo el trabajo que hemos hecho.
✔️ Repetición para enseñar al cuerpo como debe estar.
Todo esto tiene mucho que ver con la FRECUENCIA con la que regamos las plantas o ajustamos la columna vertebral. Porque al igual que no esperamos a que la planta se ponga pocha para regarla no debemos esperar a que nos duela la espalda para empezar a ajustarla.
Te dejo la analogía de la planta en un vídeo cortito. Si te quedas con alguna duda contáctame y la resolvemos.