Sobre todo en las malas

Hoy vengo con algo que creo que nos pasa a todos y que cuando sucede nos olvidamos un poquito de nosotros mismos. Cuando las cosas van bien es muy fácil estar bien contigo mismo, con la pareja, con la familia, con los compañeros de trabajo, hacemos cosas que nos gustan, socializamos más…

Pero cuando las cosas van mal… ahí es donde vamos a ver la capacidad, la resiliencia, el crecimiento personal, la paciencia… que tenemos o no.

Durante la semana este ha sido un tema recurrente en la consulta, ya fuese por temas personales, laborales o físicos han sido varias personas las que me decían:

  • No puedo más
  • No quiero hacer nada
  • Estoy agotado
  • Discuto más
  • Estoy irritado
  • No quiero ni salir
  • Ni se me pasa por la cabeza hacer deporte
  • No tengo tiempo
  • Me enfado con facilidad
  • No veo la parte positiva
  • Todo está mal

 

Podría seguir pero creo que me entiendes.

Ya hemos hablado más veces de lo imprescindible que es cuidarnos y tener buenos hábitos antes de que lleguen los problemas, el estrés, los dolores… pero qué pasa cuando estamos en el ojo del huracán? cuando el problema ya ha llegado?

Pues que muchas veces nos dejamos, nos abandonamos al SUFRIMIENTO, si si al sufrimiento porque esto querido/a nos lo hacemos a nosotros mismos, nos flagelamos, nos quedamos en casa tirados en el sofá, discutimos todavía más, nos decimos cosas muy feas a nosotros mismos… Vamos, que nos lanzamos piedras sobre nuestro propio tejado.

 

El dolor, los problemas, el estrés, no los podemos evitar, el sufrimiento SI

 

Estás en una mala racha? en el trabajo, con tu pareja, con tus dolores… Entonces,

 

CUÍDATE TODAVÍA MÁS

 

Sé que quizás no sea lo que más te apetezca, que preferirías quedarte en casa y no hacer nada o seguir haciendo leña del árbol caído pero es que eso no ayuda, no soluciona nada. No sería mejor intentar darle la vuelta a la situación?

Si interiormente estamos bien y tranquilos, podemos con todo.

Por eso en esas malas rachas es cuando más debemos cuidarnos, hay una palabra que me encanta usar en estos casos: Mimarnos. Tratarte con cariño, sacar algo de tiempo para las cosas que te gustan y te hacen bien, permítete una ducha larga, una sesión de estiramientos, un paseo lento, conecta con tu cuerpo.

 

Y sin duda, acércate a la consulta y si lo necesitas hacemos un ajuste extra. Todas estás personas que han venido así esta semana me comentaban que se notaban más rígidos, con más dolor, más bloqueados y es que al final ese estrés mental que nos generamos, ese sufrimiento, es el peor de los estreses.
Por eso, un ajuste extra te va a ayudar a darle la vuelta, tendrás mejor conexión mente-cuerpo, estarás más relajado y desde ese estado de calma podemos gestionar el problema que sea de una mejor manera.

 

Así que en definitiva cuídate, dedica ese tiempo a mimarte siempre que puedas, si estás bien para seguir estándolo pero si estás mal, para poder darle la vuelta a la situación, porque estando mal no solucionamos nada.

 

Y si necesitas nuestra ayuda no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Será un placer ayudarte.