Seré feliz cuando…

Hoy quiero hablaros del concepto de felicidad y de lo que podemos hacer o no hacer para ser más felices.

Antes de nada, decirte que yo soy al primero al que le pasa, por eso quiero compartir estas líneas contigo y que reflexionemos y nos paremos a pensar sobre si realmente necesitamos tanto como creemos para ser felices o si nos iría mejor cambiando nuestra actitud, y es que:

 

Al margen de la situación actual que tenemos y que todos conocemos, vivimos en un mundo frenético y con mucho estrés, estamos inmersos en una carrera continua, muchas veces sin ser conscientes de ello, por ser más, tener más, conseguir determinados objetivos o posesiones.

 

Pensamos de manera equivocada que la felicidad es un estado que alcanzaremos cuando nos asciendan en el trabajo y cobremos más, cuando compremos una casa, cuando tenga esos zapatos que tanto me gustan, cuando haga el viaje de vacaciones que tengo programado, etc. Pero a menudo, cuando llega el ansiado momento, el cambio que necesitábamos para ser felices, seguimos sin sentirnos realizados ni contentos, o si lo estamos, nos dura poco tiempo.

 

No nos damos cuenta pero

 

LA FELICIDAD ES EL CAMINO Y NO UN DESTINO.

 

Vivimos en nuestro día a día sin ser conscientes, actuando de manera mecánica como robots, enfrascados en nuestra rutina y con demasiadas cosas en la cabeza. Esto, aunque suene a tópico,  nos impide disfrutar del momento presente, de las pequeñas cosas que nos hacen felices cada día y de lo que realmente importa.

Para mí quizás, ésta podría ser una de las claves de la felicidad:

 

VIVIR DE MANERA CONSCIENTE EL MOMENTO PRESENTE.

 

Dicen los que entienden que la felicidad es un estado de completa aceptación de uno mismo y de los demás, sin ningún tipo de rechazo. Aceptación incondicional.

 

Paz interior, le llaman muchos. Un estado interior de serenidad, tranquilidad y amor, hacia uno mismo y hacia lo que a uno le rodea.

Amor incondicional, sin condiciones.

 

También quiero compartir contigo un par de reflexiones, porque creo que son grandes verdades y nos pueden ayudar a ser conscientes de lo que tenemos y no valoramos.

-La primera es que la felicidad termina cuando decimos «para ser feliz tengo que…», «no soy feliz porque…»

En el momento en el que pensamos que hay que hacer algo para ser felices, es cuando dejamos de serlo.

 

-La segunda es que podríamos ser felices ahora, no teniendo nada, al igual que de aquí a un tiempo, teniéndolo todo.

 

Al final, la cuestión es si queremos vivir nuestra vida desde el sufrimiento o desde la aceptación, desde la guerra interior o desde la paz contigo mismo, desde el «no tengo suficiente y por eso no soy feliz» al «qué feliz soy con lo que tengo». Son cuestiones muy profundas, como puedes observar, pero las he querido plantear hoy porque me parecen importantes, quizás las más importantes de nuestras vidas.

 

Creo que en definitiva la felicidad, al igual que la salud, viene de dentro hacia afuera. Mucha gente cree que cambiando algo en sus vidas serán más felices; se equivocan. Hacer un viaje no te hará más feliz, hacer un viaje interior sí. Comprarte un coche no te hará más feliz, valorarte más a ti mismo sí.

 

La conclusión que creo que podemos sacar de todo esto es que, al margen de las circunstancias de cada uno, la felicidad es algo que se vive en el día a día y que es algo que siempre podemos elegir y tenemos que ejercitar. Te invito a que pares, respires hondo, y le des una vuelta a estos conceptos y espero que nos ayude a ser más conscientes de lo que tenemos y a vivir en el presente, estoy seguro que de ésta forma seremos más felices.

 

PD1: Hay un ejercicio muy sencillo que practico cada noche y que me viene muy bien, consiste en que antes de irte a dormir, cojas una libreta y un boli y anotes 3 cosas que te han hecho feliz durante el día y por las que das gracias. Pruébalo y me cuentas, verás que bien te sientes. Sólo es cuestión de cambiar el chip.

PD2: Habrás visto que hoy hablo en masculino, me quiero presentar, yo soy Adrián y de vez en cuando me pasaré por aquí a escribirte. Es un placer para mi ayudarte en todo lo que pueda y espero que nos conozcamos pronto.