Repite, repite, repite

Seguro que cuando eras pequeño te enseñaron a montar en bici o ya de más mayor a conducir un coche, incluso aprendiste un idioma nuevo, a tejer, a hacer yoga o a cocinar. Lo que tienen en común todas éstas actividades es que tenemos que repetirlas muchas veces hasta que nos salen bien y muchas más hasta que las conseguimos hacer de manera automática sin tener que pensar en ellas.

Para conseguir que nuestro cuerpo y sobre todo, que nuestro cerebro, aprenda algo nuevo tenemos que enseñarle y esto lleva tiempo, nadie aprende todas esas cosas la primera vez que las hace y si es así que me digan como 🤪

Los ejemplos de arriba los hemos experimentado todos y nos resultan fáciles de entender pero hay otros conceptos que requieren la misma perseverancia y voluntad pero no los tenemos tan integrados y nos cuesta aceptar que nos van a llevar tiempo y esfuerzo conseguirlos, como:

✔️ Felicidad

✔️ Salud

✔️ Positividad

✔️ Abundancia

✔️ Gratitud

 

Sí, así es, ser feliz lleva tiempo, constancia y mucho esfuerzo. Pero bueno, quizás me estoy desviando un poco del tema.

Hoy quería hablaros de la frecuencia en el cuidado quiropráctico, lo importante que es sobre todo al principio.

Aquí la mejor comparación es la otodoncia dental, cuando vamos al dentista y nos dice que tenemos que llevarla meses o años nos parece normal ya que estamos viendo que los dientes están mal posicionados y hay que recolocarlos y claro, eso lleva tiempo.

Lo que «recolocamos» los quiroprácticos son vértebras de la columna y al igual que los dientes, si llevan mucho tiempo en una mala posición, también va a llevar tiempo enseñarles a mantenerse en su posición correcta. También tenemos que tener en cuenta un factor muy importante que es la estrecha relación entre la columna vertebral y el Sistema Nervioso y que por lo tanto, que la posición de la columna le afecta directamente y puede producir cambios en su forma de funcionar.

Entonces, cuando ajustamos la columna no sólo estamos enseñándole a la vértebra cual es su posición optima sino que también estamos re-educando al Sistema Nervioso para que vuelva a funcionar como debe.

Y eso, lleva tiempo.

 

Todos los ejemplos de aprendizaje que he ido poniendo se consiguen gracias a un fenómeno que se llama NEUROPLASTICIDAD y se produce cuando nuestro cerebro/cuerpo tiene que aprender algo nuevo y las neuronas del Sistema Nervioso empiezan a crear conexiones nuevas, nuevos patrones, que nos permiten memorizar e incluso, si lo repetimos muchas veces y esas conexiones se vuelven aún más  fuertes, automatizar.

El número de neuronas que tenemos no varía pero si puede variar el número de conexiones que forman entre ellas, cuantas más conexiones más complejidad. Nada es imposible de aprender sólo nos va a costar más tiempo o esfuerzo conseguirlo. Pero si algo bueno tiene el cuerpo humano y su increible cerebro es que se adaptan a todo así que a seguir intentándolo, no hay que darse por vencido. Como ya he dicho, la repetición es la clave.

Y vuelvo a mi terreno, cuando hablamos de quiropráctica y de enseñar a la columna una nueva posición también va a llevar tiempo, pero te aseguro que va a merecer la pena. Estos son algunos de los beneficios que puedes notar cuando tu columna ha aprendido a quedarse en su posición y tu Sistema Nervioso puede funcionar al máximo:

  • mejores digestiones
  • más rápido
  • más eficaz
  • más sano
  • más fuerte
  • mejor descanso
  • más concentración
  • mejores defensas
  • más reflejos
  • mejor estado de ánimo
  • más relajación
  • más flexibilidad

 

Re-educar tu columna y tu Sistema Nervioso es nuestro trabajo,

el tuyo, darnos tiempo.