Parar para darse cuenta

El día a día no arrolla, entramos en la rutina, en esa dinámica de trabajo-casa-compra-gimnasio de manera tan automática que ya no pensamos, ya no sentimos.

 

Muchas veces inconscientemente lo sabemos, sabemos que algo no esta bien, pero nos decimos que nuestra vida es así y como no tenemos tiempo de pararnos a pensar, seguimos adelante como pollo sin cabeza.

 

Hasta que por un motivo u otro paras o te obligan a parar y entonces te das cuenta.

 

– Te das cuenta de que tu trabajo en realidad no te gusta, es más, que sólo pensar en reincorporarte te da mala gana.

– Te das cuenta de que ya no haces tanto caso a tu familia.

– Te das cuenta de que ese dolor lleva ahí más tiempo del que pensabas.

– Te das cuenta de que estás alterado, alerta porque el ritmo que llevas te mantiene estresado 24/7.

 

Y, o la vida te da una torta y te obliga a parar porque ya no puedes soportarlo más y, no te creas que te para suavecito no, te para con un buen bofetón:

  • Un ataque de ansiedad
  • Un infarto
  • Una hernia
  • Un lumbago
  • Una migraña

 

O te toca parar por unas vacaciones o lo más común ahora, porque tienes que hacer cuarentena y ahí el sopapo te lo das tu solo. Preguntándote por qué sigues manteniendo ese ritmo, ese trabajo que no te gusta, a ese jefe que te trata mal, por qué sigues aguantando ese dolor sin hacer nada, o lo que sea. Cada caso es diferente.

 

Pero lo que si es común es que,

hasta que no paramos, no lo vemos.

 

Y digo yo, ¿no sería más fácil, bueno quizas no más facil, pero si mejor, más lógico, poder para por nosotros mismos, tomar la decision de manera consciente y no dejarnos llevar?

 

Pero lo cierto es que parar da miedo, quieras que no, nos hace salir de nuestra zona de confort, quizás nos haga tomar una decisión drastica que pueda cambiar nuestro estilo de vida y eso, lo admitamos o no, da miedo.

 

Estoy segura que ese es uno de los principales motivos por los que la gente vamos de un lado para otro como con prisa, llenando el día de actividades, trabajo o redes sociales.

 

PARA NO PARAR, PARA NO PENSAR

 

Pero luego, cuando nos damos de bruces con la realidad que nos obliga a parar, nos preguntamos ¿Por qué me ha pasado esto?

Pues porque ibas con el acelerador pisado hasta el fondo, durante mucho tiempo, quizás incluso sin darte cuenta porque era lo “normal” y al final lo has roto.

 

Se que es dificil parar, que puede dar miedo o que nos negamos a pedir ayuda, queremos salir adelante y hacerlo todo nosotros solos, si no pareceremos debiles.

 

Quizás, parar a tiempo, sea una de las decisiones más valientes que puedas tomar.

 

Creemos que estas cosas son de débiles; parar, pedir ayuda, decir que no a algún plan o a algo que un ser querido quiere que hagas. Pero no lo es, ahora mismo, priorizarte a ti mismo es de valientes y requiere mucho coraje.

 

TU ERES LA PERSONA MÁS IMPORTANTE DE TU VIDA

Préstate más atención, cuídate, escúchate, dedica más tiempo a las cosas que te hacen bien y sobre todo PARA

Y hazlo porque quieres, no porque te ves obligado.

 

Nosotros te ayudamos, frenar ese Sistema Nervioso que está en alerta es la base. Con los ajustes quiroprácticos no sólo conseguimos esto sino que además, vas a ser más consciente de tu cuerpo y de tu mente, esa conexión cuerpo-mente será más fuerte y todo tu cuerpo podrá funcionar mejor.

 

No dudes en pedir ayuda, para eso estamos 🙂