Hoy no vengo a hablar de quiropráctica, vengo a hablar de control y responsabilidad individual.
No se si a ti te habrá pasado pero, está semana ha sido un poco pesada, larga, dura. Hablando con pacientes y amigos nos hemos encontrado en la misma situación y a pesar de que sabemos que no podemos hacer nada, que nuestro foco debe estar en nosotros mismo y en lo que podemos controlar nos hemos sentido tristes, con miedo y mucha incertidumbre, ¿lo has sentido?
Es algo general, está en el ambiente. Otra vez encerrados y sin poder ver a nuestros familiares y amigos, no nos sentimos libres y queramos o no, nos afecta. Una paciente me dijo que se siente como una TRISTEZA PEGAJOSA y me parece que define la situación a la perfección.
Nos sentimos atrapados, sin control de la situación y sin saber qué hacer o cómo actuar.
Tranquilo, es normal sentirnos así y aunque nos cueste, también tenemos que aceptar y sentir esa tristeza, ese miedo, pero no debemos dejar que se apodere de nosotros, que nos impida seguir con nuestra vida.
Por eso hoy hablamos de control y de
RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL
¿Esto qué es?
Sin duda, y no quiero crear confusión, tomar las medidas establecidas de distancia de seguridad, gel, mascarilla… Pero también nuestra responsabilidad está en estar bien, sanos, fuertes y tranquilos.
EN CUIDARNOS
Esto es importante siempre, pero quizás ahora todavía más.
Si nuestro foco, nuestro centro de atención está fuera, en las noticias, los datos, las nuevas medidas… ¿Crees qué nos va a ayudar?
NOOO. En definitiva, todas estas cosas no podemos controlarlas, no podemos cambiarlas y esto lo único que genera es frustración, impotencia, rabia, miedo. Por lo menos a mí.
Pero… Si cambiamos el foco? Si nos centramos en lo que sí podemos hacer? En lo que podemos controlar?
Enfoquémonos en nosotros, en el trabajo diario que tenemos que hacer para estar bien, tranquilizarnos, mantener nuestra energía y funcionar bien.
Ya lo dijo Viktor Frankl:
Nuestra mayor libertad es la libertad de elegir nuestra actitud.
No te equivoques, esto no es tarea sencilla, nunca lo ha sido, pero ahora menos. Todo el mundo hablando de lo mismo, tu marido/mujer llegando cabreado a casa, no sabes lo que va a pasar con el trabajo, los grupos de WhatsApp echan chispas con quejas, reproches y problemas…
Problemas, problemas y más problemas que por mucho que queramos centrarnos en nosotros mismos, nos lo impiden. Cada vez parece más difícil y requiere más energía.
Ya llevo tiempo haciendo desarrollo personal, aprendiendo a centrarme en mi y en lo que puedo controlar y aun así, esta semana me ha costado, he caído en las quejas y la tristeza que nos rodea, todavía me queda mucho camino por andar. Pero no quiero ni imaginarme lo que le está costando a las personas que nunca se han parado a mirar dentro.
Hoy, escribir esto, me está ayudando a volver a mi foco y me estoy dando cuenta que centrarme en mí, esta vez, me va a llevar un poco más de tiempo y esfuerzo.
Así, que por si te ayuda, comparto las cosas que a mí me centran, me hacen feliz y me tranquilizan:
- Escuchar música alegre y cantar! (aunque lo hago de pena)
- Hacer deporte, centrarme en cada ejercicio y dar el máximo
- Subir al monte, pasear en la naturaleza y respirar
- Aprovechar los días de sol
- Leer
- Hablar con amigos que te inspiren
- Escribir cada día 3 cosas que han ido bien y dar las gracias
- Meditar, cerrar los ojos y centrarte en la respiración
- Cocinar cositas ricas y nutritivas
- Manualidades (yo hago macramé)
- Reír
- Abrazar!!
Seguro que al leer mi lista has encontrado cosas que a ti también te ayudan o te han venido otras diferentes a la mente.
Cuando hablo de esto con mis pacientes, la mayoría me responde:
¡Sara, yo no tengo tiempo para todas estas cosas!
Y yo te digo, ¿No tienes tiempo para cuidarte, para estar bien?
ALGO ESTAMOS HACIENDO MAL
De qué trata la vida entonces, no me tomes por una positiva empedernida, no lo soy, pero cada vez le veo menos sentido a pasarlo mal, a sufrir por el trabajo (y soy autónoma), a quejarme por cosas que no puedo cambiar. No todos los días son igual de buenos y por eso, en esos días, intento hacer más cosas de la lista, cosas que me centran, me hacen feliz y mantienen mi energía.
No hay que hacerlas todas en un mismo día pero, escribir tres cosas que han ido bien te llevará 1 minuto, música puedes escuchar mientras limpias, desayunas o vas al trabajo…
¡Busca tu momento y comprométete contigo mismo a hacer algo todos los días y cuando estés mal, MÁS!
Es lo único que nos va a mantener serenos en esta época de miedo e incertidumbre.
¡Hazte con el control!
PD: ¿No sabes qué leer? Te recomiendo El hombre en busca del sentido de Viktor Frankl. Igual te ayuda a cambiar tu foco .