Ha llegado el momento de echar la vista atrás.
Sin saber cómo, ya estamos en Diciembre.
En mi caso un poco descolocada, a pesar de todo lo que hemos vivido, este año se ha pasado volando!! Y me ha pillado el toro, sin adornos de Navidad, ni regalos, ni preparada para empezar un nuevo año con sus propósitos, su energía renovada y todo eso.
Y lo he estado pensando estos días todas las cosas que he aprendido, tareas pendientes que he terminado, conexiones especiales con amigos… Y me he preguntado:
¿Por qué no recordar todas esas cosas buenas que han pasado este año?
Me gustaría, que buscaras un ratito para estar tranquilo/a, sentarte, cerrar los ojos y pensar en este 2020, no en las cosas malas que han pasado que bastante nos recreamos ya en ello, sino en:
lo bueno
lo que has aprendido
lo que has crecido
las cosas que ahora haces mejor
las que ya no te alteran
las que antes eran impensables y que ahora has normalizado
Que sí, que ya lo sé, que ha sido un año de m*****. ¿Pero de qué nos sirve decirnos eso?
¡¡DE NADA!!
Y es que, además, estoy segura de que has aprendido y crecido, aunque tu no lo creas. Seguro que ahora quizás:
tienes más paciencia
haces más deporte
has aprendido a controlar tus gastos
disfrutas más de dar un paseo
has descubierto alguna habilidad nueva
has disfrutado de tus hijos o pareja
valoras más poder ver a la familia
has conocido la quiropráctica
te has aficionado a la lectura
has desarrollado nuevos y mejores hábitos
te has dado cuenta que te gusta escribir
que eres más organizado/a de lo que creías
has reformado la casa
has aprendido a relajarte y descansar más
has estudiado cosas para las que antes no tenías tiempo
has aprendido a dejar ir lo que no puedes controlar
…
Podría seguir pero en el fondo, lo importante, es que encuentres las tuyas y que veas que, a pesar de todo, nos llevamos cosas buenas de este año, cosas que nos van a acompañar siempre y que nunca olvidaremos.
Hablamos muchas veces de perspectiva, del punto de vista desde el que miras tu mundo y lo que te sucede.
Porque lo importante no es lo que nos pasa, sino cómo reaccionamos a lo que nos pasa.
¿Crees qué va a ser igual si entramos en el 2021 pensando en todo lo que ha ido mal que si empezamos pensando en esa lista de cosas que han ido bien?
¡Claro que no!
La energía va donde ponemos la intención.
Así que haz un pequeño esfuerzo, estrújate los sesos y saca esas cosas que han ido bien y en Noche Vieja brinda por ellas, por seguir aprendiedo y creciendo.
Empieza el año con buen pie, recordando lo que ha ido bien y preparándote para visualizar todo lo bueno que nos va a traer el 2021.